23 de febrero de 2024.
Y llegó el momento del enfrentamiento final. La siniestra y retorcida torre de Möbius Tower, cubil del malvado Ph’abley-Thor, se alza ante los aventureros y aventureras…
Os hago un resumen de lo que aconteció en la épica jornada de ayer…
El pérfido mago Ph’abley-Thor se reveló como un rival mucho más duro de lo esperado. Los combates fueron gloriosos y hubo héroes y heroínas que destacaron por su buen hacer y su magnífica ejecución de las técnicas aprendidas. Lamentablemente, muchos otros cayeron derrotados en ese lugar de pesadilla.
De los pocos que estuvieron cerca de conseguir las Siete Soluciones que activarían el Círculo Mágico con las Cinco Gemas del Poder, solo una intrépida aventurera logró introducir el código correcto en la Casilla Mágica y provocar la liberación de las ecuaciones y la destrucción de Ph’abley-Thor. Su nombre pasará a los anales de la historia de Mathland. 
EPÍLOGO 1
El tiempo pasó y Mathland celebró largamente que se había salvado. Los caminos se abrieron de nuevo, los ciudadanos se relajaron y el miedo poco a poco fue desapareciendo. Las ecuaciones ya no eran un peligro.
El Emperador Manolo I el Grande mandó erigir un gran monumento en la Plaza Mayor de Gaussalia para conmemorar la épica victoria en Möbius Tower y el comienzo de una nueva era.
EPÍLOGO 2
El Equation Master está sentado en su despacho cuando el Señor Cramer, su secretario personal, entra con una taza de café humeante.
– “Buenos días, Equation Master.” – saluda educadamente. – “Le traigo su café. Es del grano especial que le mandó como regalo la hechicera Pains Wheels”.
– “Gracias, Cramer” – responde con voz cansada mientras prueba el primer sorbo de la taza. – “Le mandaré un grajo mensajero dándole las gracias”. Antes de marcharse, el secretario se detiene en la puerta y se vuelve.
– “Debería estar satisfecho, señor.” – comenta. – “Mathland es de nuevo un lugar seguro gracias a usted y a sus discípulos.”
– “Y lo estoy, Cramer, lo estoy.”
– “Le conozco demasiado, señor. Y sé que el pesar por los caídos en la batalla final le atenaza el corazón.” El Equation Master fijó sus profundos y enigmáticos ojos en los de su secretario y amigo. Y aunque es cierto que había algo de tristeza en ellos, también ardía el fuego de la determinación”. Cramer lo conocía muy bien y sabía lo que significaba esa mirada. Se produjo un instante de comunicación no verbal entre ellos.
– “En Mathland la muerte no es siempre definitiva, Cramer” – pronunció finalmente tras una larga pausa.
Y Cramer lo entendió al instante. El Equation Master pretendía recuperar a los caídos…