14 de febrero de 2024.

Tras varios días de preocupación y preparación de las cartas a la gran hechicera Pains Wheels, el Señor Cramer aparece con noticias esperanzadoras.
Hay indicios fiables, obtenidos tras interrogar a los testigos del secuestro, que sugieren que las ecuaciones responsables de tan vil acto podrían provenir del Bosque Bicuadrado.
El Bosque Bicuadrado es conocido por la extrañeza y variedad de las ecuaciones que lo habitan. El Señor Cramer informa al grupo sobre lo que pueden encontrar en él. No es tan buen comunicador como su querido Equation Master, pero hace lo que puede.
– “Básicamente hay cuatro tipos de ecuaciones en ese bosque.” – les explica el Señor Cramer – “Las de solo dos términos, pero de cualquier grado; las que no tienen término independiente; las terribles ecuaciones bicuadradas (que dan nombre al bosque) y las siempre confusas ecuaciones bicúbicas”.
Con una descripción superficial sobre cómo identificarlas y resolverlas, el Señor Cramer se despide de ellos. Con la ausencia del Equation Master, el secretario apenas tiene tiempo para atender a todas las tareas.
El viaje hasta el Bosque Bicuadrado, al sur de las Colinas de las Combinadas, es relativamente tranquilo. Los héroes y heroínas no quieren perder tiempo ya que la preocupación por su amado e idolatrado Equation Master los urge a avanzar deprisa.
Nada más llegar se dan cuenta que este bosque poco tiene que ver con el que ya conocían, el encantador Bosque de las Identidades Notables.
El paraje que los rodea es menos frondoso. Altos árboles de la familia de las coníferas se extienden en todas direcciones. El suelo es predominantemente marrón y nada tiene que ver con el verdor del bosque septentrional.
Pronto aparecen las primeras ecuaciones con belicosas intenciones. Tal como les avisó el Señor Cramer, corresponden a uno de los cuatro tipos mencionados anteriormente. Concretamente, en estos primeros encuentros, son ecuaciones con solo dos términos, pero con distintos grados. Los compañeros no están acostumbrados a ecuaciones de grados tan grandes, pero rápidamente aprenden a derrotarlas y se dan cuenta de que algunas tienen dos soluciones, otras solo una y algunas ninguna. Disfrutan mucho del combate y de los conocimientos que están adquiriendo.
Más adelante aparecen las ecuaciones sin término independiente. Aunque hay confusión al principio, enseguida descubren la Técnica del Factor Común y empiezan a obtener soluciones nulas y a bajarles el grado a esas molestas y agresivas ecuaciones. Otro aprendizaje divertido y los puntos de experiencia van aumentando rápidamente.
El tercer tipo de ecuaciones, las temibles bicuadradas, no tardan en salir a la luz. Sin las enseñanzas del Equation Master se sienten perdidos en un principio, pero, poco a poco, el duro entrenamiento recibido en la Gran Biblioteca da sus frutos. La similitud con las de segundo grado lleva al grupo a descubrir la forma de derrotarlas: La Técnica del Cambio del Variable. Una vez descubierta, las bicuadradas poco tienen que hacer contra el grupo de aguerridos héroes y heroínas.
Finalmente, las escurridizas ecuaciones bicúbicas salen de sus escondrijos y el grupo, con la Técnica del Cambio del Variable recién aprendida, acaba con todas las que se cruzan en su camino fácilmente.
Sin enemigos a la vista y sin rastro del Equation Master el grupo empieza a desesperarse. ¿Habrán hecho este largo viaje para nada? La preocupación comienza a apoderarse de sus corazones. La última vez que estuvieron tanto tiempo alejados de Mathtown se produjo el ataque y asedio que acabó con el secuestro de su amadísimo Equation Master.
El hecho de estar más pendientes de sus preocupaciones que del entorno casi los lleva al desastre. Justo en el último instante se dan cuenta de que no están solos en el claro del bosque donde han parado a descansar. Una gigantesca Hidra Ecuacional, con veinte cabezas llenas de colmillos venenosos, se abalanza sobre el grupo.
La hidra es muy parecida a un dragón, pero sin alas y con veinte cabezas. Las leyendas dicen que, si no se cortan adecuadamente, por cada cabeza cercenada salen un número primo de cabezas para ocupar su lugar.
La Hidra Ecuacional, al ver que ha perdido el factor sorpresa, se alza sobre sus cuartos traseros y se muestra en toda su furia y esplendor como una terrorífica ecuación de grado veinte.
– “Nunca rescataréis a vuestro patético Equation Master.” – grazna con ira – “El triunfo de Ph’abley-Thor será inevitable”.
Pero el grupo ha aprendido bien de todos los encuentros anteriores.
Rápidamente extraen un factor común de grado catorce que les permite obtener catorce soluciones nulas que eliminan a catorce de las cabezas de la hidra. Y bien eliminadas. Esas cabezas ya no volverán a crecer.
La ecuación ha quedado reducida a una de sexto grado, una bicúbica, y las seis cabezas restantes rugen de rabia, ira y dolor.
Con la recién aprendida Técnica del Cambio de Variable, los héroes y heroínas resuelven la bicúbica y dañan mortalmente al poderoso reptil. La Hidra Ecuacional es un ser muy duro y resistente, así que tarda en morir. En ese tiempo, el cruel hechizo de Ph’abley-Thor se disipa y el rostro, antes furioso y cruel, del reptil adquiere una expresión bondadosa y calmada.
– “Si queréis encontrar al Equation Master” – consigue susurrar con su último aliento – “deberéis viajar a las Llanuras de las Llaves…”
La Hidra Ecuacional cierra sus ojos para siempre y una expresión de paz inunda sus rasgos. Hasta ahora no se habían dado cuenta de la nobleza y belleza del reptil.
Con sentimientos encontrados y un fuerte odio hacia el malvado mago Ph’abley-Thor, el grupo se dispone a seguir esta nueva pista que los llevará al siguiente capítulo de esta épica, emocionante y matemática historia…